LA LUCHA DEL COMERCIO JUSTO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

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Fuente: Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños(as) Productores(as) y Trabajadores(as) de Comercio Justo.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, COP27, que tiene lugar desde el pasado 7 de noviembre hasta el 18 de noviembre en Sharm El Sheik (Egipto), es un punto de encuentro para tratar los desafíos climáticos de la comunidad internacional y construir una senda sostenible tras la pandemia mundial de Covid-19.

Las principales organizaciones mundiales de Comercio justo pedirán a la Cumbre del Clima COP27 el aumento de la financiación a las pequeñas organizaciones agrícolas para que puedan hacer frente al cambio climático. De este modo, Fairtrade como sello líder mundial de certificación productos de Comercio Justo, busca asegurar medios de vida sostenibles y adecuados para todos los agricultores y trabajadores, así como salvaguardar la sostenibilidad del planeta.

En este sentido, el reto de alcanzar modelos alimentarios sostenibles es esencial para liderar el desarrollo sostenible mundial y fomentar un futuro ecuánime, donde los pequeños productores agricultores se encuentran en primera línea ante la lucha del cambio climático. Desde Fairtrade se insta a los líderes mundiales a reforzar y agilizar los esfuerzos para hacer cumplir la gobernanza ambiental y de derechos humanos en las cadenas de suministro, hacer frente a las prácticas comerciales injustas y asegurar la llegada de las herramientas de financiación climática a los productores agrícolas para lograr la equidad de la acción climática en el menor tiempo posible.

Por ello, Fairtrade, la Organización Mundial de Comercio Justo (WFTO) y la Oficina de Defensa del Comercio Justo (FTAO) han procedido a firmar un documento de posicionamiento conocido como The Clock Is Ticking! con el fin de reclamar medidas esenciales, tanto para el cumplimiento de los compromisos climáticos públicos como para la rendición de cuentas de estos compromisos por parte de los actores comerciales para alcanzar la justicia climática.

Entre algunas de las peticiones que figuran en este documento son la petición a los dirigentes estatales y del sector privado el cumplimiento de la llegada de las ayudas de 100 mil millones de dólares prometidos para finales de 2022. Además, las organizaciones que impulsan el Comercio Justo solicitan que los pequeños agricultores, las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores tengan acceso al financiamiento climático y formen parte del diseño de los programas climáticos, ya que menos del 2% de las ayudas financieras llegan a las asociaciones.

A través del documento las organizaciones firmantes demandan regulaciones para abarcar las causas de la degradación del medioambiente así como instaurar sanciones por el incumplimiento. A su vez, se insta a la inclusión de los pequeños agricultores y productores en los esfuerzos climáticos para que conozcan de qué forma el cambio climático afecta a sus entornos locales y su integración en la toma de decisiones que les ayuden a definir prácticas sostenibles. Por otra parte, las organizaciones incurren en la creciente llamada a las empresas para lograr la equidad de precios hacia los productores y pequeños agricultores.

Las olas de calor o frío, las sequias, la deforestación y la erosión del suelo o el incremento de plagas y enfermedades son algunos de los efectos del calentamiento global que afectan de manera directa a los cultivos y al rendimiento de la agricultura y por ende, a las ganancias de los agricultores. Con el fin de erradicar esta situación el Comercio Justo sigue trabajando para que las organizaciones productoras tengan unos sistemas alimentarios justos y sostenibles.

Estefanía Duarte

Técnica de comunicación, RSC y Comercio justo

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