SIN SALUD, LA VIDA NO ES VIDA

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El poeta y filósofo Ralph Waldo Emerson lo tenía claro: “la primera riqueza es la salud”. Y es que una buena salud es imprescindible para tener una vida digna que permita un buen desarrollo a pueblos y comunidades. Desde 1950, el 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Una efeméride que remite al derecho a la salud, un derecho fundamental de todo ser humano reconocido y establecido por la Constitución de la Organización Mundial de la Salud en 1946 e incluido en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Con él, se quiere garantizar que toda persona disfrute del grado máximo de salud física y mental que se pueda lograr.,

Desde Fundación PROCLADE sabemos la importancia de este día y trabajamos por el acceso a la salud de las personas mas vulnerables a través de diferentes proyectos que llevamos a cabo. Uno de los más recientes, nos lleva hasta el Congo. Este proyecto tiene como objetivo dotar de equipamiento sanitario necesario para la puesta en marcha de la maternidad y el laboratorio del dispensario en el municipio de N´ Sele, Kinshasa. Con ello, se pretende contribuir a mejorar la cobertura, la calidad y la oferta sanitaria, especialmente de las mujeres y niños de la zona, debido a las graves carencias que, actualmente, presentan en este sentido.

Los beneficios que se obtendrán con este proyecto son muchos pero especialmente permitirá a las mujeres tener una atención médica durante el parto y el período perinatal, lo que supondrá un impacto directo sobre la reducción de la mortalidad materna y la supervivencia de los recién nacidos en la zona. Además, en el laboratorio se podrán realizar análisis diagnósticos, incluido pruebas de VIH/SIDA, lo que mejorará la prevención de enfermedades infecto-contagiosa y el diagnóstico precoz de otras enfermedades. A su vez, en el dispensario y la maternidad, se presentarán servicios de prevención en salud reproductiva y educación materna.

Como siempre, gracias al esfuerzo y la colaboración de muchas personas y organizaciones, podemos colaborar en hacer realidad el acceso a la salud de los más empobrecidos. Y paso a paso nos acercamos a cumplir el Objetivo 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que se marca como meta “Garantizar una vida sana y promover el bienestar”.