Todos concuerdan en que son experiencias transformadoras y que marcan para siempre. Es una forma de cooperar al desarrollo de los Pueblos empobrecidos, mediante la promoción de los Derechos Humanos, la Igualdad, la Justicia y la Paz. También, es una forma de seguir el camino de Jesús, compartiendo con los más pobres la alegría del Evangelio en la convivencia con personas de lugares y culturas diversas que nos ofrecen “entrar” en su vida cotidiana.
En PROCLADE, ya estamos trabajando y hablando con nuestras contrapartes para organizar las experiencias de verano del año que viene. Son experiencias de un mes de duración, entre julio y agosto, en las que se colabora con las tareas que nos encomiendan los misioneros claretianos según las necesidades del lugar: trabajos de promoción social, educativos, asistenciales, pastorales,…
¿Los requisitos? Tener más de 23 años, una fe inquieta, un espíritu solidario y el compromiso de hacer día a día un mundo más humano, más justo y solidario.
Un año más invitamos especialmente a vivir estas experiencias de voluntariado a los educadores, -profesorado, animadores de grupos, monitores…- que trabajan en los ámbitos cercanos a PROCLADE y a los Misioneros Claretianos.
