El Día Mundial del Medio ambiente se celebra cada 5 de junio desde 1973. Este año marca el 50 aniversario de este día mundial establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. El homenaje de este día ha llegado a convertirse como nexo de unión mundial a favor del planeta.
Cada paso es fundamental para allanar el terreno ante una situación de emergencia, dónde el calentamiento global no da tregua, teniendo por delante los objetivos de mantenerlo por debajo de 1,5 °C. Para ello, debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030. Si no actuamos ya, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Aunque estas no serían las únicas consecuencias.
El martes 16 de mayo, el Consejo de la Unión Europea, tal y como ya hizo el Parlamento Europeo el pasado 19 de abril, aprobó el Reglamento en relación a la comercialización en el mercado de la UE y a la exportación desde el mismo de determinadas materias primas y productos derivados asociados a la deforestación y la degradación forestal, para reducir la contribución de la UE a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad mundial.
Las materias primas cubiertas por el nuevo reglamento son: ganado vacuno, cacao, café, caucho, palma aceitera, soja y madera. Asimismo, el reglamento cubre una serie de productos derivados de estas materias como, por ejemplo, el cuero, el papel impreso, el aceite de palma, la harina de soja, el chocolate, los muebles, los neumáticos, etc.
Esta nueva regulación requerirá que las empresas demuestren que sus productos no han contribuido a la destrucción de los bosques si quieren venderlos en el mercado de la UE. Para ello, los operadores deberán establecer un sistema de diligencia debida en el que tendrán que disponer de información sobre los productos pertinentes, realizar análisis de riesgo y, en caso necesario, llevar a cabo medidas de reducción del riesgo. Entre la información que tendrán que recopilar estará el disponer de la trazabilidad de estos productos hasta el lugar de producción de la materia prima de la que están fabricados. Esta trazabilidad deberá incluir la geolocalización con coordenadas geográficas de dichas parcelas de terreno, con las que se podrán realizar comprobaciones del estado de los bosques con la ayuda de herramientas de seguimiento por satélite.
La Alianza Cero Deforestación, de la que forman parte Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Coordinadora Estatal de Comercio Justo, Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), Mighty Earth, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, valora positivamente la aprobación del Reglamento para frenar la deforestación importada y recuerda que es el primer paso para acabar con la destrucción de ecosistemas en el mundo. No obstante, recuerda a la Comisión de la UE y a los Estados miembros que esta decisión marca solo el comienzo, y que será la ambición y el rigor en la aplicación de la ley la que dará los resultados esperados de frenar la deforestación inducida por el consumo de materias primas de la UE.
Estefanía Duarte
Técnica de Comunicación y Comercio justo
También puede interesarte:
- LOUEILA SID AHMED NDIAYE: "DESDE… diciembre 4, 2024 Noticias En el segundo programa de la nueva temporada de Viaje…
- ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERA ACTIVA noviembre 28, 2024 Noticias Un año más queremos vivir el Adviento desde el acercamiento…
- EL ALUMNADO ASTURIANO USA EL TRANSPORTE… noviembre 21, 2024 Noticias Fundación PROCLADE desarrolla un proyecto para reducir el impacto de…