Con el objetivo de mejorar las condiciones de habitabilidad, saneamiento y socio laborales de 20 familias de la Tribu Irular procedentes de varias aldeas[1] en el Estado de Tamil Nadu, Fundación PROCLADE, gracias al apoyo financiero de la Diputación de Valencia y la Diputación de Burgos, lleva casi un año desarrollando allí un proyecto para la construcción de 20 viviendas accesibles para estas familias.

Los miembros de la tribu Irular son un grupo socialmente marginado que ha estado oprimido y explotado por las castas superiores. Los tribales se han dedicado principalmente al servicio y al trabajo agrícola como jornaleros, con salarios muy bajos y sin poder disponer de tierra, lo que les ha dificultado poder ser independientes económicamente.

El proyecto, por lo tanto, ha buscado ir mucho más allá de la mera construcción, y para ello ha desarrollado una metodología de autoconstrucción de viviendas por parte de los beneficiarios, de modo que están siendo ellos los principales actores de su desarrollo, para lo que también se están llevando a cabo talleres de formación teórica en la que se les enseña albañilería, fontanería, elaboración de ladrillos y carpintería.

Gracias a este proyecto, por tanto, las condiciones de vida de estas 20 familias de la tribu Irular van haciéndose realidad y, actualmente,  de las 20 viviendas programadas se han casi completado 10 y otras 10 están a medio camino. Las capacitaciones, por su parte, ya se han llevado a cabo y la practica con la construcción de sus viviendas está favoreciendo que los miembros de la comunidad estén ampliando sus posibilidades socio laborales.

Este programa además cuenta con una características que lo hace muy especial y es que los terrenos en el que se van a construir las viviendas están a nombre de las mujeres, lo que implica que una vez completadas estas queden a nombre de ellas favoreciendo así el enfoque de género.

En total los 127 miembros de estas familias, que se beneficiarán con este proyecto, contarán con una vivienda digna lo que repercutirá directamente en su calidad de vida e indirectamente en su autoestima y favorecerá las relaciones familiares, al tiempo que se les capacitará para que puedan ser empleados como mano de obra en construcción y así proporcionarles un medio de vida que asegure unos ingresos a sus familias.

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