El derecho a una vivienda digna es uno de los Derechos Humanos fundamentales. Sin embargo, pese a su importancia, en muchos lugares del mundo y para muchas personas parece a veces un sueño irrealizable.

Siendo conscientes de ese sueño, y con el objetivo de no solo de dar un hogar, sino también de mejorar sus condiciones de saneamiento y socio laborarles, Fundación PROCLADE, gracias al apoyo financiero de la Diputación de Valencia y la Diputación de Burgos, lleva casi un año desarrollando en la India un proyecto de cooperación para la construcción de un total de 20 viviendas en el Estado de Tamil Nadu, al sur del país, destinadas a la Tribu Irular, una de las más vulnerables del país a nivel social y económico.

Los irulares son un grupo socialmente marginado que ha estado históricamente oprimido y explotado por las castas superiores, razón por la que su fuente de vida ha sido siempre fundamentalmente el trabajo agrícola como jornaleros, con salarios muy bajos y sin poder disponer de tierra, lo que les ha dificultado poder ser independientes económicamente.

El proyecto, por estos motivos, ha buscado ir mucho más allá de la mera construcción de una vivienda digna para este colectivo y, para ello, ha querido desarrollar también lo que hemos denominado una “metodología de autoconstrucción de viviendas”, que ha permitido que los propios beneficiarios irulares participaran en talleres de formación teórica de albañilería, fontanería, elaboración de ladrillos y carpintería que les ha permitido erigir sus casas, pero que también les han otorgado nuevas opciones laborales en el futuro como “trabajadores de la construcción”.

Pero no es lo único. Sino que este programa de cooperación ha contado además con otras características que lo hacen especial y único, ya que se ha conseguido que los terrenos en los que se están construyendo las viviendas estén a nombre de las mujeres de la tribu, lo que implica que una vez completadas, éstas queden a nombre de ellas favoreciendo así, con esta acción, también el enfoque de género.

Aunque, en estos momentos y debido a la emergencia sanitaria que también se está viviendo en la India por el Covid-19, las construcciones están paralizadas, en cuanto la situación mejore podrán finalizarse y hasta un total de 127 miembros de estas familias irulares podrán finalmente beneficiarse con este proyecto de cooperación que les ha dado la oportunidad de, por un lado, acceder a una vivienda digna, lo que repercutirá directamente en su calidad de vida e indirectamente en su autoestima, pero, por otro lado también, capacitarse como empleados del sector de la construcción, contando así con un nuevo medio de vida que asegure unos ingresos a sus familias.

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