¿ESTÁ EL MUNDO PREPARADO? (II)

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Mucho se ha escrito de lo difícil que podría ser la situación, ya no para el continente, sino para todo el mundo si la emergencia sanitaria del coronavirus (COVID-19) llegaba a África. Una duda que parecía razonable. Si bien, lo que al principio era duda, está claro que ya no lo es ya que, efectivamente, el coronavirus ha llegado allí, y ha llegado con fuerza.

Si bien las cifras que nos llegan aún son menores que en otros lugares de Asia o de Europa, ya son preocupantes… sobre todo su extensión progresiva que, a día de hoy, alcanza ya a casi todos los países del continente, con más de 3.000 casos confirmados en total*.

Quizás los principales miedos entre la población se extienden, sobre todo, a la existencia de unos sistemas sanitarios poco adecuados, a la falta de información y de medidas de prevención, en muchos casos, y a que hay una gran falta de acceso a las pruebas de confirmación. Y es que sabemos fehacientemente que las pruebas y los test rápidos llegarán, pero solo a una población minoritaria y, desde luego, no a los más vulnerables.

Desde África, nuestros misioneros claretianos, unidos a nosotros, solidarios y cercanos, nos han hecho llegar también, al igual que hicieron sus hermanos desde Asia, algunas de sus percepciones sobre cómo se está viviendo la situación en sus países, visiones que hoy compartimos con vosotros….

En Burkina Faso, con más de 150 casos confirmados de coronavirus actualmente, los misioneros claretianos nos cuentan que “el miedo y la ansiedad están empezando a aparecer”, ya que, por un lado, ya no es solo la creencia de que los “hospitales estén mal equipados” o el “personal sanitario no está bien formado” es, sobre todo, que “la falta de agua no favorece el mantenimiento de la higiene y esto es una gran preocupación”, ya que “los ciudadanos se ven obligados a pasar todo el día delante de los pocos pozos que existen” y sin agua, las medidas de higiene necesarias para parar la epidemia de coronavirus son casi imposibles.  Al final todo se reduce a una dura reflexión y es que “la población está muy preocupada. En caso de una mayor propagación, sabemos que el país no será capaz de afrontarlo. Habrá muchos muertos”.

En Costa de Marfil (más de 95 casos), las impresiones que nos dejan los misioneros claretianos que allí viven son muy parecidas y se habla sobre todo de miedo porque “la población no tiene mucho conocimiento sobre el COVID-19. La poca idea que tienen sobre el COVID-19 es que es terrible y mata porque hasta ahora nadie se ha curado”. Si bien, pese a este desconocimiento aparente, el Gobierno sí ha comenzado a tomar medidas contra la expansión tales como “cerrar todas las escuelas durante un mes” o “suspender las reuniones públicas y los servicios de la iglesia”. Aún así, nos cuentan, que la población no termina de tranquilizarse y que entre la gente han comenzado a manifestarse otras preocupaciones crecientes y bastante alarmantes tales como la “desconfianza entre ellos mismos, ya que todos sospechan que el otro está contagiado”, y esto ya está comenzando a afectar “social y económicamente”.

Por su parte, en la República Democrática del Congo, que actualmente cuenta con más de 50 casos confirmados, la escalada de miedo ha ido aumentando progresivamente, por un lado, a medida que los casos crecían, pero también a medida que el Gobierno ha ido tomando medidas cada vez más restrictivas (allí, por ejemplo, ya se ha declarado el estado de emergencia). Desde luego, nos dicen, que ahora entre la gente “hay más miedo y pánico”, porque existe la creencia de que, pese a que se ha dicho que los hospitales y centros de aislamiento están preparados, no sea así, y también porque ha ido aumentando la preocupación a las consecuencias sociales y económicas que pueda tener la propagación del coronavirus en las próximas semanas: “la situación económica está marcada por la persistente incertidumbre vinculada a la propagación de la pandemia”.

Desde Kenia, con más de 30 casos confirmados, la situación se vive y varía día a día, o así nos lo cuentan desde allí los misioneros claretianos. El problema quizás sea que dado que “no hay garantía de cuánto tiempo continuará estose empiezan a dar “muchas historias falsas” que aumentan el miedo entre la población. Algo que se une a otras preocupaciones reales, como es el cierre de las escuelas, con el problema económico que esto representa para muchas familias, la división política, “el problema general de la disponibilidad de agua corriente limpia” o la “falta de instalaciones médicas de calidad, especialmente en las zonas rurales, donde se encuentra el grueso de la población, y un brote puede ser muy letal”. Es por ello, que, pese a que el Gobierno no ha dejado de tomar medidas como las “instrucciones de autocuarentena”, los cierres educativos, evitar las reuniones o las peticiones de trabajo desde casa, la “alerta general” sigue existiendo y los recelos de los más pobres, que no pueden afrontar algunas de estas medidas, también.

En Camerún (con más de 130 confirmados) la percepción y miedos entre la población ante la llegada masiva del coronavirus es muy parecida al resto de países. Si bien el Gobierno ya ha tomado medidas como el “cierre de fronteras nacionales” o el de “instituciones públicas y privadas pertenecientes a los diversos niveles educativos”, lo cierto es “la población está asustada” sobre todo porque los estándares de confinamiento no se cumplan y a qué pasará si llega la epidemia sigue creciendo, pudiendo provocar, por ejemplo,  “el aumento de los precios de mercancías para cubrir necesidades básicas, la afluencia masiva de los pacientes a los hospitales, la falta de máscaras y desinfectante en los mercados o que todo el sistema económico entre en declive”.

Finalmente, en Tanzania, con poco más de 10 casos confirmados, de momento, la población percibe la pandemia de coronavirus “como una amenaza para sus vidas”, aunque de momento se asocia más a los extranjeros que a los locales. Pese a los datos aún bajos, el Gobierno ya ha comenzado a tomar igualmente medidas, como, por ejemplo, “informar a la gente de que se quede en casa, especialmente si no hay necesidad de viajar” o “el cierre de universidades y escuelas”, entre otras. En este sentido, sin embargo, uno de los hechos que
más se destacan es que “a la población le resulta difícil quedarse en casa por motivos económicos, en especial a los más pobres, ya que para ellos quedarse en casa significa no tener satisfechas necesidades básicas como la alimentación”. Además, por otro lado, también se ve que “hay miedo y tensión para aquellos que ya saben algo sobre el virus”, pero que aún falta mucha información sobre todo para extremar la higiene. Por otro lado, hay ya otros problemas que también se perciben como “la falta de personal capacitado para hacer frente a la situación” o de medios para evitar la propagación.

La situación quizás aún no parezca crítica, pero el problema es que los datos no dejan de crecer día a día, el miedo ya está instalado y las medidas para paliar una propagación masiva del coronavirus aún son inciertas.

Pese a ello, por supuesto, Fundación PROCLADE seguirá estando donde nos necesiten, y seguiremos haciendo todo lo posible para continuar no solo con todos los proyectos que estén en marcha, si no también para apoyar el trabajo que los Misioneros Claretianos llevan a cabo en todos los continentes.  En este sentido, en estos días estamos comenzando a enviar a todos los países en donde trabajamos, carteles informativos y preventivos, para que la población pueda estar mejor informada de las medidas que ha de implementar para protegerse contra la epidemia de coronavirus.

Además, en los próximos días Solidaridad y Misión y Fundación PROCLADE comenzarán también a movilizar recursos para trabajar diferentes acciones relacionadas con la higiene y la salubridad básica a estos países, de modo que se pueda reducir el riesgo de contagio entre los más vulnerables.

¡Seguimos trabajando!

* Los datos y cifras del presente artículo están actualizados a fecha de 27 de marzo de 2020 (excepto Camerún con fecha de actualización de 30 de marzo). Para una mayor exactitud en fechas posteriores, se recomienda al lector la consulta de otras fuentes oficiales, ante el previsible aumento de los datos de contagios registrados en todo el continente en los próximos días.