A finales de la década de los sesenta el equipo misionero de Tela, ante la demanda de niños/as en edad escolar y la imposibilidad por falta de recursos económicos de sus familias; que viven en la mayoría de los casos en situaciones precarias de poder enviarlos a los pocos centros educativos, que existían en el momento; abre en los barracones que fueron vivienda de los empleados de la compañía bananera Tela Rail Road, lo que hoy es la escuela de La Milagrosa. En octubre del año 200 el centro educativo recibió la ayuda de la Junta de Castilla y León a través de PROCLADE para ampliar el edificio escolar.
La mayoría de los padres de estos niños-as carece de recurso económicos para llevara sus hijos a centros privados y aún menos para acudir a un especialista que acompañe un determinado tratamiento y/o terapia.
El proyecto contempla dotar de material didáctico y mobiliario adecuado para la creación de un aula de educación especial en el colegio “La Milagrosa” de Tela; donde los niños con alguna discapacidad puedan contar con los medios suficientes para alcanzar el pleno desarrollo de sus capacidades e integración en la sociedad Hondureña.