Del 3 al 4 de octubre de 2016, Haití se vio nuevamente afectado con el paso del Huracán Matthew y dejó una estela de destrucción, especialmente en la zona del gran sur, los Cayes y Jeremie. El paso del devastador huracán agrava aún más la situación y aumenta los temores de los habitantes. Los daños causados por Matthew son terribles, más que mil personas murieron, 95% de la población de Jeremie queda sin nada. Esto es algo sin precedentes.

Prácticamente todas las casas fueron destruidas, los árboles se arrancaron de la raíz, los jardines fueron devastadas y los ganados (Vacas, cabritos, corderos, cerdos y caballos, entre otros) fueron muertos y llevados por los ríos. Solo queda piedras y agua, pero el agua no es potable.

Tres meses después del paso del Huracán Matthew las victimas expresan su preocupación con respecto a la modalidad de la distribución de la ayuda de emergencia. Muchas víctimas sobre todo los campesinos que  perdieron todo, casa, jardines y ganados (Vacas, cabritos, cerdos, caballos entre otros), no tenían acceso a la asistencia, distribuidos en el departamento de la Grand-Anse, Jeremie. Hay que decir que estos campesinos lo estában pasando muy mal, falta de alimentos, productos de primera necesidad, agua potable y no tienen casas. Las chozas que tenían no aguantan una llovizna, cuando llovía no tienían donde dormir.

Ante esta realidad inhumana que gritaba al cielo, nosotros, los Misioneros Claretianos estuvimos ayudando a 10 familias más pobres en la comida y la reconstrucción de sus casas. Hay que destacar que en esta zona todos los campesinos habían perdido sus casas, tenín que construir nuevas, aunque no contaban con ningún recurso, lamentablemente no  pudimos ayudar a todos.