‘DISPENSARIO MÉDICO EN ASENTAMIENTOS HUMANOS. (fases I y II)’

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El Dispensario Médico “Padre Claret” forma parte de un programa de desarrollo integral denominado ciudadela Claretiana, situada en los Asentamientos Humanos, que es una comunidad de muy bajos recursos económicos, culturales y sociales, ubicada aproximadamente a 15 km al este de San Pedro Sula; se trata de una zona baja, por lo tanto es una de las más dañadas por el huracán Mitch.

La Ciudadela Claretiana consta de: Dispensario médico “Padre Claret”. Farmacia. Guardería “Corazón de María”. Salón de usos múltiples. Iglesia Antonio Mª Claret. Casita.

El dispensario médico “Padre Claret”, antes del huracán Mitch, atendía aproximadamente unos mil quinientos pacientes al mes en el área de medicina general, enfermería, laboratorio clínico y odontología, con el pago mínimo de cinco lempiras por consulta que equivale a menos de cincuenta centavos de dólar, alrededor de unas setenta pesetas.

El servicio de farmacia ofrece las medicinas a un precio más bajo que el del costo de las farmacias de la localidad e incluso se dan gratis en algunas circunstancias. También existe el programa “Ayúdame a vivir” que consiste en consultas gratuitas para niños/as de 0 a 3 años desnutridos/as a los/as que se les proporciona leche, vitaminas o cualquier otro medicamento que el niño/a necesita.

La guardería “Corazón de María” acoge a diario a 43 niños/as de 1 a 5 años, a los que se cuida, asea, vela por su salud y por supuesto alimenta. Los niños/as son hijos/as de madres solteras que se dedican a la venta ambulante y/o a lavar ropa ajena.

El salón de usos múltiples se utiliza para impartir clases de corte y confección, repostería… La iglesia es el lugar donde se hacen las celebraciones de la comunidad, y es el punto de referencia organizativa. La casita constituye la vivienda de la comunidad de religiosas franciscanas que son las responsables directas de la Ciudadela Claretiana.

La zona quedó gravemente dañada por los efectos del huracán Mitch, ya que todas las construcciones quedaron bajo el agua, perdiéndose los enseres, mobiliario y artículos que constituían el equipamiento de la Ciudadela Claretiana y que permitía mantenerla en funcionamiento. Con este proyecto se ha conseguido rehabilitar el dispensario.