LA IMPORTANCIA DEL DERECHO UNIVERSAL DE LA SALUD

Hace 75 años, el 7 de abril de 1948 se fundaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de promover la salud y servir a las personas en condición de vulnerabilidad para que todas las personas en cualquier parte del mundo puedan alcanzar los más altos niveles de salud y bienestar. Es un objetivo ambicioso y aún lejos de su consecución. Para hacerlo, es necesaria una coordinación entre Estados, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones especializadas en salud. La salud es un derecho básico para todo ser humano y lo demuestra su inclusión en la Agenda 2030, siendo el objetivo 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. La pandemia de la COVID-19 en estos años ha hecho aún más visible la necesidad de construir una salud pública fuerte para que todas las personas independientemente de su condición socio-económica puedan acceder a una sanidad de calidad.

A nivel mundial, hay todavía muchos retos por delante para que todas las personas gocen de este derecho. Nosotros como Fundación PROCLADE estamos implicados directamente en mejorar el acceso a la salud de las personas en condición de vulnerabilidad. Hoy en día estamos contribuyendo al logro de la meta 3.2 de la Agenda 2023:  “Para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos hasta 12 por cada 1.000 nacidos vivos, y la mortalidad de niños menores de 5 años al menos hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos.”

Lo estamos haciendo en Kindi, una zona rural de la República Democrática del Congo en la que las personas, y sobre todo las mujeres embarazadas no disponían de un centro de salud de calidad para ser atendidas. Por esta razón el riesgo de mortalidad de los recién nacidos y de las propias madres era muy elevado. Sin embargo, gracias a un proyecto financiado por la cooperación descentralizada española (Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Castrillón y Ayuntamiento de Coslada) hemos podido rehabilitar el área de maternidad del hospital de Kindi mejorando su infraestructura, adquiriendo nuevos materiales y abasteciendo una nueva farmacia con medicamentos para todas las personas de la zona de Kindi.

Gracias a esta intervención, las personas de la zona de Kindi y en particular las madres, pueden gozar de un centro de salud de calidad en su propia zona sin necesidad de desplazarse muchos kilómetros para ser atendidas o con el riesgo de dar a luz sin la asistencia sanitaria adecuada con el riesgo que esto implica.

Confíamos que este 7 de abril sea un día para reflexionar acerca de la importancia de que invertir en salud es fundamental siendo responsabilidad, tanto de los Estados como de las organizaciones de la sociedad civil, trabajar para que este derecho universal sea garantizado para todas las personas.

Mario Pinucci

Técnico de Cooperación y Ayuda Humanitaria

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