La población de Guayaramerin es una población mayoritariamente joven y que en ocasiones se siente “desprotegida”. A pesar de los esfuerzos de las instituciones públicas y privadas, no todos tienen acceso a una educación básica y mucho menos secundaria. La falta de recursos de las familias hace que muchos niños y jóvenes abandonen las aulas sin apenas aprender a leer y escribir.

En la ciudad de Guayaramerin la gran parte de la población campesina que acude a los cursos de formación, capacitación o encuentros campesinos no tiene un lugar de residencia, ni centros específicos para formarse “cualquier lugar en el suelo sirve”.

Durante los cursos, algunos campesinos vienen y van a sus comunidades en bicicletas, siendo las distancias mínimas de 15 a 20 kms por caminos sin asfaltar. En el caso de las comunidades atravesadas por el río Mamoré, la comunicación se realiza casi exclusivamente por río, lo cuál requiere manejar cayucos o alquilar botes con motor. Ello dificulta grandemente la movilidad de las mujeres que, tanto por cuestión económica (manejo del dinero en la familia a cargo del hombre) como cultural (los cayucos son manejados y construidos por los hombres) ven limitado su acceso al transporte.

Con la construcción del centro de formación, los campesinos y jóvenes contarán con un lugar adecuado que permita realizar más cursos de formación y capacitación y una residencia que facilitará el aprendizaje y la motivación de los grupos sin tener que desplazarse todos los días. El numero de asistentes a los cursos crecerá considerablemente y, por tanto, las posibilidades de progreso de las familias campesinas que por falta de recursos y centros adecuados no pueden recibir formación en asuntos tan graves como la malaria, dengue, cuidados de los hijos o mejora de los cultivos de la zona para mejorar sus condiciones de vida.

Se pretende construir y equipar, un centro educativo para la formación de campesinos del área rural y para la realización de cursos específicos de capacitación de jóvenes. El centro a construir será un centro funcional de dos plantas con dos salas de clases para posibilitar el trabajo de grupos, técnicas y dinámicas formativas. Dos dormitorios corridos, uno de mujeres y otro de varones, cocina/almacén, dos zonas de servicios y dos zonas de duchas que puedan ser utilizados par los campesinos-as de las comunidades más alejadas que por falta de recursos no pueden asistir a los cursos de formación.