25 DE MAYO: DÍA DE ÁFRICA

Desde Fundación PROCLADE nos unimos otro año más al Día de África, celebración que se remonta al 25 de mayo del año 1963, cuando 32 líderes de países africanos se reunieron para fundar la Organización de la Unidad Africana (OUA) que, en 2002, se convirtió en la actual Unión Africana (UA).

Esta fecha es un recordatorio de la lucha de los países africanos por la independencia, así como una oportunidad para destacar los logros y desafíos para el desarrollo económico, la paz, la seguridad y los derechos humanos.

En este marco de celebración se presenta una muestra del trabajo, sostenido e integral, que la Fundación PROCLADE realiza desde hace años en el territorio africano junto a PROCLADE Burkina y la población local.

Trabajando por la seguridad y la soberanía alimentaria en Burkina Faso

Burkina Faso es una república de África Occidental perteneciente al Sahel, y se sitúa entre los países más pobres del mundo enfrentando fuertes desafíos en términos de seguridad alimentaria y desigualdad. El país, cuya economía se basa esencialmente en la agricultura, arrastra una crisis humanitaria como consecuencia de la alarmante inseguridad alimentaria, la carencia de acceso a atención sanitaria, la falta de acceso a educación y altos índices de violencia, a lo que se suma la continua degradación del medio ambiente, una mala gestión de sus recursos naturales y la fuerte dependencia de medios de subsistencia que provienen de recursos naturales inestables.

Ante la lucha contra la desigualdad, el hambre y la inseguridad alimentaria, surge el proyecto «Ampliación del impacto de las mejoras en la seguridad alimentaria de las familias vulnerables de Koudougou a través de la producción de huertas comunitarias y formación de horticultura y ganadería» situado en la provincia de Boulkiemdé, en el departamento de Koudougou, gracias al apoyo de la Diputación de Burgos y junto al trabajo de PROCLADE Burkina.

Con este proyecto, PROCLADE continúa su trabajo estratégico de intervención en la zona, abordando no solo las necesidades inmediatas de las familias vulnerables, si no también asentando las bases para un futuro más próspero y sostenible que tenga impacto mayor para la población, la cual se enfrenta a graves problemas de inseguridad alimentaria y la falta de acceso a agua potable.

Ante esta situación, y de forma integral, el proyecto apuesta por la promoción de prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, el fortalecimiento de la equidad de género y una fuerte conciencia sobre los factores medioambientales, como forma de promover la resiliencia y el desarrollo sostenible en la región de Koudougou. Una de las estrategias es el empoderamiento de las mujeres rurales, reconociendo su importante papel en la cadena de valor agrícola, proporcionándoles las herramientas y el apoyo necesarios para hacer efectiva su autonomía y participación.

Además, el proyecto respeta y pone en valor la riqueza socio-cultural de la región, promoviendo la recuperación de variedades tradicionales de cultivos y la cría de animales autóctonos para fortalecer la soberanía alimentaria y la biodiversidad. A través de un enfoque comunitario y solidario, se espera que esta iniciativa no solo beneficie a las familias en el corto y mediano plazo, si no que también siente las bases para un futuro donde Koudougou pueda contar con modelos de alimentación resilientes y autosostenibles, representando un paso adelante hacia un futuro más equitativo y unas mejores condiciones para las comunidades más vulnerables de Burkina Faso.

Raquel Jiménez, técnica de Cooperación al Desarrollo

Deja una respuesta