25N: LUCHANDO PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

“La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más extendida de todo el mundo. Se estima que 736 millones de mujeres —casi una de cada tres— han sufrido violencia física o sexual por parte de la pareja, violencia sexual fuera de la pareja, o ambas formas, al menos una vez en su vida. Más de cuatro de cada cinco mujeres y niñas (el 86%) viven en países sin una sólida protección legal o en países que no disponen fácilmente de los datos.” Esto nos dice la ONU mujeres en este 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Año tras año, los datos de la violencia ejercida contra las mujeres y niñas siguen siendo devastadores. Pese al compromiso de los países de lograr la igualdad de género de aquí a 2030, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las políticas y los recursos destinados a ello siguen siendo muy limitados. Así, tan solo el 0,2% de la ayuda oficial para el desarrollo mundial está destinado a la prevención de la violencia de género. Por esto, la lucha contra dicha violencia depende en gran medida de los pequeños proyectos, y pequeños en cuanto a inversión, no impacto, que algunos grupos de personas consiguen poner en marcha.

Desde Fundación PROCLADE, y dentro del Espacio de Cuidados, creemos que podemos aportar un pequeño grano de arena en esto, creando un espacio seguro dónde las mujeres y niñas se sientan escuchadas y tengan un papel activo. No sólo teniendo en cuenta esto en todas las actividades que realizamos, si no también haciendo actividades específicas dónde puedan expresarse y comunicarse. Un ejemplo de esto es el Grupo Positivo de Relaciones Sanas y Amores Libres, un grupo exclusivo para mujeres en el que se tratan diversos temas como la autoestima, los roles de género, la socialización y relaciones con enfoque de género y la sexualidad positiva.

La eliminación de la violencia contra las mujeres parece un objetivo lejano y ambicioso, pero no por ello debemos pensar que no podemos hacer nada. Es importante que todos y todas, cada uno desde su lugar y con sus capacidades, defendamos los derechos de las mujeres y niñas de todo el mundo, porque solo juntos y juntas seremos capaces de conseguir acercarnos a un mundo más seguro, igualitario y próspero.

Diego de Bustos

Técnico de Acción Social en la delegación de PROCLADE en Madrid

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