UN AÑO MÁS, GRACIAS A TODOS LOS VOLUNTARIOS

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“A parte de hacerme feliz, el voluntariado me ha despertado”. Con estas palabras expresa Ana Bedoya, voluntaria con más de 20 años de experiencia en Fundación PROCLADE, lo que significa para ella la experiencia de dedicar su tiempo y sus conocimientos a los demás de forma desinteresada. Y como ella, son más de cinco millones de ciudadanos los que en España, y fuera del país, apuestan por comprometerse con nuestro mundo en diferentes ámbitos.

El 5 de diciembre es una fecha especial para dar las gracias a todos ellos por su trabajo y empeño. Se celebra el Día Internacional de los Voluntarios y en esta ocasión se hace con el lema ‘Cambia el mundo. ¡Hazte voluntari@! Momento pues para dar las gracias por creer en la construcción de un mundo más justo y por colaborar para ello.

En Fundación PROCLADE tenemos la suerte de contar con más de 190 voluntarios que participan de forma activa en alguna de nuestras 15 delegaciones.  Y estamos convencidos de que ellos, y sus acciones, son los verdaderos protagonistas de la organización.

Por todo, no queríamos dejar pasar este día sin acudir a alquien que sabe mucho de voluntariado. Ella es Ana Bedoya, una de las voluntarias con más experiencia de la Fundación.

¿Por qué decidiste hacerte voluntaria?

Todo empezó cuando un Padre Claretiano, que conocía mis ideales y mis inquietudes, me hablo de PROCLADE. Estábamos en febrero de 1.994, y se preparaba entonces la ‘experiencia misionera’ para Honduras. Participe en un encuentro en Canencia, con un frio helador, pero con mucha ilusión.

¿Qué te aporta el voluntariado?

Aparte de hacerme feliz, me ha despertado y arraigado, el sentimiento y la convicción de que hacer algo por los demás es una de las mejores cosas en que podemos emplear nuestra vida.

¿Alguna experiencia que te haya marcado especialmente?

Han sido muchas.  Tengo grabada en el corazón la imagen de una joven enferma de SIDA. Los voluntarios íbamos a verla con frecuencia. Yo apenas hable con ella, pero me transmitió tanto su mirada de paz y su actitud… Ella me hizo sentir que, tras su permanente sonrisa, en medio de aquella postración, alguien más grande que el dolor y la enfermedad le estaba regalando la ESPERANZA. Esto no se me olvida, fue en el verano del 96 en Honduras.

¿Cómo convencerías a alguien que se hiciera voluntario en PROCLADE?

Creo que PROCLADE tiene en sí el atractivo misionero. Además, dentro de su matiz cristiano por antonomasia, los proyectos sociales  convencen, atraen. Por ello dar a conocer la fundación me parece lo primordial para atraer voluntarios. Yo le doy muchas gracias a Dios y le rezo por un futuro prometedor.