Así nos cuentan esta iniciativa de solidaridad sus protagonistas: Amaia Tollinche, profesora del instituo en el que surgió la inciativa, y Carlos Latorre, cmf, destinado en la Misión Católica de Zürich, en la que el ‘Grupo Tercer Mundo’ se encarga de dinamizar, sensibilizar y recaudar fondos para distintos proyectos en colaboración con Fundación PROCLADE.
MERCADILLO “TEENS IN NEED”
Lo ha organizado AMAIA TOLLINCHE, nacida en Alemania de padre militar norteamericano y madre española y se ha formado en Miami, Florida, donde comenzó a enseñar como maestra en 2001. Casada en 2006 con Alain Morand, de nacionalidad suiza, vino a vivir a Zürich y comenzó a enseñar ese mismo año inglés y estudios sociales en la “Swiss Internacional School” en Wallisellen, Zürich Norte. La actividad tuvo lugar el 27 de mayo de 2009 y en él participaron 35 jóvenes del 6º al 9º curso y de edades comprendidas entre los 12 y los 16 años. El mercadillo y Tombola se prepararon por segundo año, para recaudar fondos para el programa “Educación para Jovenes”, en la parroquia de San Juan Bautista en Lambaré, a través de PROCLADE Paraguay.
Surgio la idea cuando estudiaban los temas de “pobreza”, “emigración” y “Latino America”. Los estudiantes se dieron cuenta que se puede combatir la pobreza mundial con la educación y formación de jovenes como ellos. A raíz de la visita del P. José Luis Latorre a Zürich supieron que él estaba buscando ayuda para dar becas de estudio a jóvenes que querían formarse, pero no tenían recursos.
Despues de un mes y medio de mucho trabajo y preparación, se recaudaron 2,500 francos suizos, para mandar a los jovenes de Lambaré, Paraguay, para que puedan seguir sus estudios. (El año anterior se recuadaron 2,800 francos) Los estudiantes colaboradores viendieron de sus cosas en kioskos, pidieron donaciones de negocios y companias para premios para la rifa y tombola, y organizaron todo lo que fuera por hacer para ese gran dia. De lo que ganara cada alumno con su caseta podía entregar todo o parte para los objetivos del Proyecto. Así se ponía más a prueba la generosidad de los jóvenes.
Para que no tuvieran que gastar dinero en organizarla, decidieron preparar unas cartas de la escuela para visitar empresas y negocios de la zona pidiendo colaboración.En la secretaría de la escuela les ayudaron a preparar las cartas en inglés y en alemán. Durante cinco semanas se dedicaron a visitar a los donantes y preparar lo que iban a ofrecer el 27 de mayo en la cafetería nueva de la escuela preparada para esta actividad. La experiencia fue emocionante para ellos, pues al pertenecer a familias con recursos económicos nunca habían tenido que pedir favores a nadie. Ahí vivieron en carne propia el desinterés de algunas personas por una causa que ellos consideraban tan importante, otras personas se desentendían de ellos con unas cuentas monedas…, pero también encontraron personas y entidades dispuestas a colaborar. Con esa primera tómbola consiguieron juntar 2’800 francos suizos y una alegría enorme de haber podido ayudar a unos jóvenes como ellos que también querían estudiar. Los padres de estos chicos estaban felices al ver a sus hijos tan entusiasmados con esta actividad solidaria de la escuela.
Sí, son chicos a quienes no les falta de nada, pero sienten en su corazón el deseo de ayudar y ver felices a otros jóvenes como ellos a quienes la vida no les ha dado tantas oportunidades.