El verano es conocido por sus excesos, nos dejamos llevar y nos relajamos; y con mucha razón, ya que el verano está para tomarse unas merecidas vacaciones y desconectar de la rutina. Sin embargo, no es excusa para dejar la solidaridad de lado.
Entre las diferentes formas en las que puedes combatir la pobreza, una de ellas es a través de los programas de apadrinamiento de niños y ancianos, que, gracias a un pequeño esfuerzo, suponen una gran diferencia para personas concretas.
¿Cómo funciona?
Los apadrinamientos se llevan a cabo en zonas donde ya colaboramos en otros programas de desarrollo más amplios.
Los niños y ancianos son seleccionados en función de sus condiciones socioeconómicas y culturales.
Los apadrinamientos de niños tienen dos modalidades: individual (apadrinando a un niño en concreto) o colectivo (apadrinando a un grupo de niños que asisten en guarderías)
El apadrinamiento de ancianos busca acompañar a la población envejecida en aquellas comunidades en países en los que no existen o son mínimas las ayudas sociales a la tercera edad.
¿Cómo?
Apadrinamiento de niños: rellenar una ficha de inscripción y abonar una cantidad mínima de 18,03 euros mensuales que se ingresan mediante domiciliación bancaria. Fundación PROCLADE se compromete a hacerles llegar, una vez al año, una fotografía del niño o la niña, una carta o dibujo y un informe del responsable del proyecto.
Apadrinamiento de ancianos: rellenar una ficha de inscripción y abonar una cantidad mínima de 12,02 euros mensuales que se cobran mediante domiciliación bancaria. Fundación PROCLADE se compromete a hacerles llegar, una vez al año, una fotografía y un informe del responsable del proyecto.
Gracias a nuestros padrinos y madrinas, en 2016, hemos cubierto el apadrinamiento de 1.017 niños y 129 ancianos.
