¿QUÉ PASA EN BOLIVIA? DESDE BENI Y PANDO

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Desde el Vicariato de Pando, en Riberalta, Rolando -el responsable de coordinar los proyectos del Vicariato con Fundación PROCLADE- nos cuenta en primera persona su visión de la actual situación de conflicto en Bolivia. ‘Ante este estado de cosas, sólo nos queda esperar que la calma y la cordura vayan retornando poco a poco’


‘LA SITUACIÓN POLÍTICA-SOCIAL EN MI PAÍS ESTÁ BASTANTE DIFÍCIL’

‘Según te había dicho, quiero compartir con vos algo de lo que ha sucedido en los últimos días en este sector de Bolivia.

Como vos sabés, la situación política-social en mi país está bastante difícil por el choque de intereses entre el gobierno nacional y la oposición, liderada por los Prefectos de cinco departamentos, que fueron ratificados por referéndum el pasado 10 de agosto. Con esa ratificación popular, ellos se han sentido fortalecidos y se creen con todo el derecho de reclamar algunas reivindicaciones que aparentemente serán de mucho beneficio para sus regiones. Fundamentalmente, son dos los temas que han originado la actual situación crítica: la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) y la devolución de los recursos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).


Fotografía de Testaferreira, tomada de Flickr
Supuestamente, la nueva CPE no incluye a todos los sectores sociales del país y sólo estaría tomando en cuenta a todos los grupos étnicos. Según esa concepción, los habitantes del oriente (entre los cuales nos contamos los habitantes de Beni y Pando) y del sur del país, no seríamos considerados bolivianos. Estaríamos siendo víctimas de una abierta y franca discriminación. Por otro lado, el gobierno ha recortado los recursos del IDH porque los gobiernos departamentales no estaban ejecutando cabalmente el presupuesto asignado, mediante el cual deberían realizarse una serie de proyectos en beneficio directo de la población, pero no sólo eso sino que estaban incurriendo en corrupción y malversación de los recursos del Estado que fueron asignados para desarrollar las áreas de salud, educación, servicios básicos e infraestructura. Al hacer este recorte, el gobierno ha tocado la parte más sensible de los prefectos, así, literalmente, no de las regiones porque éstas siguen igual de atrasadas que antes. ¿Qué significa esto? Pues simple y llanamente, que el gobierno ha despojado de la ‘mamadera’ a los prefectos.. y esto no les ha gustado para nada. Sin embargo, en mi opinión, con o sin IDH, las obras de desarrollo CASI no se ven.

De tal manera, la situación se ha ido volviendo más insostenible, hasta que estalló la semana anterior, concretamente el día miércoles, cuando comenzaron los enfrentamientos entre un grupo de campesinos y gente armada de la Prefectura de Pando, el cual como resultado arrojó inicialmente 5 muertos y algo así como 30 heridos, unos más graves que otros. Así, paulatimamente, día que pasaba, hasta ayer domingo, el número de muertos y heridos fue aumentado hasta llegar a 30 y más de 50, respectivamente. El pasado jueves 11 el gobierno decretó el estado de sitio en Pando y procedió a la militarización de la capital, Cobija y otros puntos del departamento, a consecuencia de la cual se produjeron otras muertes de civiles y de algún soldado. Seguidamente, las tropas han allanado algunos domicilios y han detenido a los principales dirigentes cívicos y algunos agitadores a sueldo, trasladándolos a La Paz, sede del gobierno central, para su correspondiente procesamiento.


Fotografía de Testaferreira, tomada de Flickr
Al momento se está tratando de llegar a una pacificación del país, porque no sólo en Pando se han producido los disturbios y enfrentamientos, sino también en Santa Cruz, Tarija y otros lugares. Se han ‘tomado’ (asaltado) diferentes oficinas e instituciones públicas, causando destrozos y grandes daños materiales, que obviamente después todos los bolivianos tendremos que pagar.

Aquí en Riberalta, en particular, el mismo jueves 11 un grupo de manifestantes dirigidos por gente del Comité Cívico, asaltaron la oficina de correos y las instalaciones del aeropuerto local, así como han bloqueado la pista de aterrizaje y las carreteras que nos conectan con el resto del país. Debido a esto, estamos incomunicados casi durante una semana, no viene ninguna de las aerolíneas, no llega la correspondencia y está escaseando el combustible, tanto la gasolina como el diesel y el gas licuado de petróleo.

Así estamos viviendo en vilo, en suspenso, no sabemos hasta cuándo. La Conferencia Episcopal Boliviana, de la cual es miembro nuestro Obispo Casey, tuvo una reunión ampliada de emergencia en Cochabamba la pasada semana y ha emitido un pronunciamiento llamando a la pacificación, diálogo de por medio, de los sectores en conflicto. El próximos viernes 19 de los corrientes habrá una jornada de oración por la paz en Bolivia, promovida por la Iglesia Católica.

Ante este estado de cosas, sólo nos queda esperar que la calma y la cordura vayan retornando poco a poco.

Por ahora es cuanto quería compartir con vos, aunque supongo que estarás enterada de algo, pues anoche estaban mostrando las repercusiones a nivel internacional, por un canal de Tv de España.

En otro momento te cuento otro poco de lo que vaya ocurriendo. Mientras tanto, creo que las cosas irán evolucionando, aunque no puedo predecir si será positiva o negativamente.

Seguimos en contacto. Hasta cualquier momento.’