En este sentido, la última parada de la semana pasada fue Aragón, que a través de la Dirección General de Participación Ciudadana, Acción Exterior y Cooperación, ha impulsado un ámbito de participación para la elaboración del Plan Anual de la Cooperación Aragonesa para el Desarrollo 2015. Junto con más de una veintena de organizaciones sociales, debatimos las prioridades, tanto geográficas como sectoriales, que debe tener el plan. Así, concretamente, desde Fundación PROCLADE destacamos la necesidad de incorporar a países que están refelejando un cierto desarrollo pero en los que todavía hay colectivos sociales que tienen graves problemas. Un caso de esta situación es la India, donde actualmente tenemos tres proyectos en ejecución, como el de la ampliación de las instalaciones educativas, de formación y servicios de la escuela de Basmata.
Junto a nuestra aportación, fueron muchas otras organizaciones, como la Federación Aragonesa de Solidaridad, las que pidieron que en los documentos públicos apareciera una referencia expresa a ‘política pública’ así como que el Gobierno autonómico firmara el Pacto contra la Pobreza. Mientras, desde Médicos del Mundo criticaron que el marco presupuestario previsto por el Ejecutivo de Aragón era insuficiente en relación con los objetivos fijados.
Un debate que llega en un marco muy concreto: por un lado que para la cooperación aragonesa es el último año del III Plan Director. Y a nivel más global, el proceso de elaboración por parte de la comunidad internacional de una nueva agenda de desarrollo post2015, y la celebración del Año Europeo del Desarrollo por parte de la Unión Europea.