Hace ya semanas que Nepal no ocupa portadas de periódicos ni informativos. Sin embargo, allí se sigue trabajando con fuerza tras el terremoto que hizo temblar el país entero el pasado mes de mayo. Y entre los que trabajan incansablemente se encuentran los misioneros claretianos que, a través de la iniciativa ‘Bangalore cares for Nepal’ han llegado a más de 15.000 familias. Gracias a la solidaridad del resto de países y al trabajo en red con otras organizaciones (como el Vicariato de Nepal, los jesuitas, Caritas Nepal y otras ONGs locales) han logrado dar cobijo, alimentos y material escolar a miles de afectados por el seísmo.
Cuando llegaron a Katmandú dos días después del terremoto, lo primero que descubrieron fue que todos los espacios abiertos de la ciudad estaban llenos de gente sin nada más que el cielo sobre sus cabezas; un problema que se sumaba a las proximidad de las lluvias. Así, el principal reto fue proporcionar algún techo para todos los que habían perdido sus casas. Y con la compra de lonas en India y en Nepal se consiguió ofrecer refugio temporal a 2.750 familias. Tras la instalación de estos toldos como ayuda de emergencia, posteriormente se pasó a la creación de un nuevo diseño más sólido y espacioso. Para ello, la estrategia consistió en involucrar a las familias y a todo el pueblo para la aprobación del modelo y su posterior reconstrucción. Hasta el momento, se han completado así un total de 450 casas, muchas de ellas en un pueblo a las afueras de Katmandú donde viven familias con discapacidad y que han sufrido la lepra.
Pero la vivienda no ha sido lo único en lo que se han centrado los misioneros claretianos que trabajan en Nepal. También han entregado artículos de primera necesidad a 100 familias y mochilas escolares a 500 estudiantes que lograron volver al colegio hace unas semanas y que sólo disponían de los libros proporcionados por el Estado.
Consulta todas las noticias relativas a la Emergencia de Nepal aquí.