MI TIEMPO LIBRE… ¿DE VERDAD ES LIBRE?

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Hoy, queremos compartir el nuevo vídeo de Steve Cutts1 titulado “Happiness” (felicidad) que ha sacado el pasado viernes, con motivo del #BlackFriday, en el que hace una dura crítica a la sociedad de consumo en la que estamos inmersos.

Este vídeo va en la línea de nuestra campaña de 2017-2018 “La verdadera felicidad no cuesta dinero” que estamos llevando a cabo junto con otras ONGDs de la familia marista y lasaliana.

El derecho al tiempo libre

El ocio es un factor fundamental para el desarrollo socioeconómico de una sociedad: indica el nivel de calidad de vida, crea puestos de trabajo y servicios y, también, es esencial para el desarrollo personal.

El derecho al descanso y al disfrute del tiempo libre está reconocido en el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y el artículo 7 del Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales alude al derecho al descanso y disfrute del tiempo.

Pero mi tiempo libre, ¿de verdad es libre?

Gracias a la industrialización en el siglo XX, las personas pudieron liberarse del trabajo, se reivindicó mejores condiciones laborales y las jornadas se redujeron. Todo ello, permitió tener más tiempo libre. El tiempo libre es, ahora, uno de los valores más preciados en los países industrializados. No obstante, es posible observar diferentes patrones que se han instaurado:

  • Llenamos nuestro tiempo libre de rutinas que, no suelen ser gratuitas, y se han convertido casi en obligaciones.
  • Se ha mercantilizado la vida y el tiempo libre. Gran parte de nuestro tiempo libre, lo dedicamos a consumir: yendo de compras, viendo la televisión, jugando a videojuegos, haciendo colas para ir al cine…
  • También, existe “la esclavitud del tiempo libre”, trabajamos más para poder consumir más ya que si no, no podríamos cubrir económicamente nuestro tiempo libre.

© Matheus Ferrero¿Y la relación con el desarrollo?

Aunque el ocio consumista nos aporte satisfacción, tiene efectos insostenibles e injustos sobre países empobrecidos:

  • La producción anual de residuos electrónicos oscilaba entre 20 y 50 millones de toneladas.
  • Muchos de los recursos necesarios para elaborar productos para nuestro modelo de ocio aquí, proceden de países donde no se respetan los derechos laborales o de la infancia, o donde se están expoliando bosques, minas…
  • Los grandes proyectos turísticos en países empobrecidos generan desplazamiento de personas autóctonas, utilización de recursos naturales en detrimento de las poblaciones originarias.

Nuestro modelo de ocio ocasiona a medio y largo plazo una mayor incidencia de desastres naturales, enfermedades y pobreza crónica.

Y, ¿entonces qué? ¿Dejamos de consumir?

La campaña de este año no quiere incitar al radicalismo, el consumo genera empleo y, por tanto, crecimiento económico, lo cual contribuye a mejorar las condiciones de vida de una sociedad. ¿Qué alternativas de ocio tenemos?

  1. Intercambia bienes y saberes. ¿Conoces los Bancos del Tiempo? Son inicativas locales que han ido surgiendo que consisten en intercambiar conocimientos, ayudar a personas desconocidas (o conocidas) en tareas que les son más difíciles. Se conoce como “consumo colaborativo”.
  2. Recicla. ¿Cómo? ¿Dedicar el tiempo libre a tirar la basura? Consiste en crear (reutilizando, a ser posible, cosas que ya tenemos). Crear nuevos elementos de decoración, mobiliario, tu propio juego de mesa. Aprovecha para disfrutar de un rato agradable de otra manera con tu familia, amistades, o gente nueva que te enseñe cosas nuevas.
  3. Movimiento slow. Disfruta de tu tiempo de otra manera, el movimiento slow surge en contraposición al culto a la velocidad y apuesta por disfrutar del tiempo a un ritmo pausado y compartiendo experiencias.
  4. Decrecimiento. “Vivir mejor con menos”. ¿De verdad necesitas pasar tu tiempo libre comprando cosas que en realidad no necesitas?
  5. Voluntariado social y solidario. Disfrutar de nuestro tiempo libre sabiendo que hemos contribuido al bien común, es algo que nos aporta felicidad.
  6. Contacto con el mundo natural. Una de las mejores alternativas al consumismo es reconectar con la naturaleza de la que estamos tan desvinculados y… disfrutar de su belleza.

“Les pido a los dirigentes que no cansen de practicar la austeridad moral, personal, la cual –por otra parte- los va a hacer muy felices”

Papa Francisco, noviembre 2016

1Ya ha denunciado anteriormente los valores dominantes de la sociedad actual: el paso del hombre por el planeta en su vídeo “Man”, o sobre tecnología en “Are you lost in a world like me”, o un repaso a la vida de un hombre en pocos segundos “In the fall”.