También han corrido buena suerte los misioneros claretianos que trabajan en el país: desde Guayaquil han informado que todos se encuentran bien. El epicentro del seísmo ha tenido lugar en una población cercana a la misión que los claretianos tuvieron en Limones-Esmeraldas, pero de donde salieron hace ya más de un año. Además, informan que los templos, particularmente el del Cristo del Consuelo de Guayaquil, han sufrido daños significativos. Además, explican que es muy probable que en cuanto cesen las réplicas, que se cuentan por centenares) se empiece la retirada de escombros y techos desplomados.
Desde Fundación PROCLADE y Solidaridad y Misión mandamos un fuerte abrazo a Ecuador y a todas las personas afectadas. Además, seguimos en contacto para determinar la mejor manera de ayudar a reconstruir las zonas afectadas y recuperar la ilusión.