Fundación PROCLADE desarrolla un proyecto en Haití, con el apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha, para responder a la situación de emergencia alimentaria que enfrenta la población de Nazon y Cazale. Esta crisis se debe al aumento de la violencia, la inestabilidad política, las crisis económicas recurrentes y las catástrofes naturales.
La zona donde se lleva a cabo el proyecto sufre diversas problemáticas derivadas de la grave crisis que atraviesa el país:
Problemas de abastecimiento y distribución de productos, provocados por la escasez de recursos y el mal estado de muchas carreteras. Esta situación perpetúa la inseguridad alimentaria, especialmente en los grandes núcleos urbanos, donde no existe posibilidad de cultivar para el autoconsumo.
Impacto de los desastres naturales, como terremotos e inundaciones, que aumentan la propagación de enfermedades vinculadas a la falta de saneamiento e higiene, como la diarrea. Además, la insuficiencia de recursos agrava el riesgo de desnutrición entre numerosas familias.
Destrucción de viviendas y deficiencia de los sistemas de agua y saneamiento, lo que afecta a una gran parte de la población.
Creciente inseguridad, sobre todo en la capital, dónde tras el asesinato del presidente en julio de 2021 se ha incrementado la violencia y la actividad de bandas armadas, elevando los niveles de inseguridad en toda la región.
El objetivo de este proyecto es abastecer y distribuir alimentos y productos de primera necesidad para contribuir a mejorar la seguridad alimentaria y la salud de la población más vulnerable de Nazon y Cazale.
Gracias a la entrega de 4.250 kits de alimentación, productos básicos y agrícolas, complementados con formaciones en economía doméstica, nutrición, salud, higiene y técnicas agrícolas, se logrará reducir de forma directa la vulnerabilidad de 425 personas (60% mujeres y niñas, 40% hombres y niños), mejorando significativamente su calidad de vida.