La población de Nazon y Cazale, en Haití, atraviesa una situación de extrema vulnerabilidad debido a la crisis alimentaria, la precariedad de los sistemas de saneamiento y la falta de recursos básicos. A esto se suman los efectos de los desastres naturales y la inestabilidad social, que agravan la inseguridad y dificultan la vida diaria de cientos de familias.
En este contexto, Fundación PROCLADE ha desarrollado con el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid, un proyecto cuyo objetivo general es mejorar la soberanía alimentaria y garantizar el derecho a la salud de las comunidades de Nazon y Cazale.
El plan se centra en facilitar el acceso a alimentos y productos de higiene mediante la entrega de 1.500 kits individuales y 300 kits familiares, cubriendo las necesidades básicas de 150 personas y 30 familias, con una ingesta mínima de 2.100 kcal diarias por persona. Por otro lado, fortalecer conocimientos en nutrición, salud e higiene, beneficiando a 30 familias, especialmente a mujeres embarazadas, lactantes y niños, para que puedan aplicar hábitos saludables y mejorar su autonomía económica y física.
Este esfuerzo es un paso firme para devolver esperanza a quienes más lo necesitan.