¿ESTÁ EL MUNDO PREPARADO? (I)

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Asia ha sido y es el epicentro de la ya declarada Pandemia Covid-19, especialmente en dos países: China y Corea del Sur.

Otros lugares del continente también han visto cómo el virus llegaba a sus pueblos y comunidades y, aunque aún las cifras no son extremas ni muy elevadas, las medidas y, sobre todo, las dudas y el miedo sí ha llegado a la población, sobre todo viendo la evolución que la situación ha tenido en otros países del mundo, como por ejemplo España, sin ir más lejos.

Desde allí, los misioneros claretianos, unidos a nosotros, solidarios y cercanos, nos han hecho llegar también algunas de sus percepciones sobre cómo se está viviendo la situación en sus países, visiones que hoy compartimos con vosotros….Todos, comparten sus sensaciones, todos nos hablan de algo de miedo,  pero sobre todo de la certeza de que desgraciadamente, la mayor diferencia que puede haber si finalmente la pandemia se extiende, es que la falta de medios sanitarios puede ser especialmente dolorosa para los más vulnerables de sus países. Mucho más que lo que ya se ha visto en otros países de la parte “norte” del planeta.

Desde Filipinas, nos cuentan que la “población tiene reacciones y respuestas mixtas ante esta situación actual’, aunque ‘obviamente, hay temor’. El gobierno, por su parte, ya ha tomado algunas medidas y, por ejemplo, desde el 17 de marzo “declaró a todo Luzón (grupo de islas del norte, donde se encuentra Manila, nuestra capital) bajo un ‘estado de calamidad’ para los próximos 6 meses”, lo que implica el cierre de áreas y ciudades, donde se insta a la población a permanecer en sus casas, por lo que sí se cree que “hasta cierto punto, el Gobierno está haciendo todo lo posible por contener esta pandemia, instando al Departamento de Salud a que eduque a la población, con la ayuda de las fuerzas militares y de la policía, para reducir al mínimo la movilidad de las personas, a fin de evitar que siga la contaminación de la comunidad”.

Dicho esto, también señalan que uno de los mayores problemas a los que la población se puede enfrentar, si finalmente el virus crece, es el sanitario, ya que “aunque existe una prestación sanitaria (Philhealth) en el país, los fondos nunca son suficientes para más de 100 millones de filipinos, muchos de los cuales viven por debajo del umbral de pobreza” y el económico, ya que afectará sobre todo a la clase más pobre, con trabajos más inestables y precarios y menos capacidad adquisitiva de todo tipo.

Desde la India, también se comparten algunas de estas sensaciones. Desde la Delegación de North East, John Arackaparampil, cmf, nos cuenta también que ante la posible llegada del virus “todo el mundo tiene miedo. Incluso una ligera fiebre se percibe como COVID -19. El nivel de ansiedad de la gente es muy alto”. De este modo, “la gente que se ve más afectada, como la gente de Kerala, Maharastra, etc., son muy cuidadosos”. Por su parte, el gobierno ya ha empezado a tomar algunas medidas tales como la restricción de entrada a visitantes extranjeros y también se están realizando “prácticas de aislamiento. Las personas identificadas como potenciales/ o de riesgo, como las que viajaron a países, áreas y las personas que han mantenido contacto con personas infectadas, se mantienen en aislamiento” y el pasado 14 de marzo dio el orden de cierre a las instituciones educativas, cines y centros comerciales. También de los lugares de culto. Su mayor preocupación, no obstante, a parte de las medidas que se puedan ir adoptando es que no creen “que los hospitales estén bien preparados para enfrentarse a un gran número de pacientes”, en especial en las zonas rurales, donde también hay mayor escasez, si cabe, de medidas sanitarias y de higiene porque, aunque “hay medios, pero no son suficientes si la epidemia está muy extendida”.

Al sureste del país, la situación similar. Así nos lo cuenta, Louis Franklin, Procurador de la provincia de Chennai, que nos dice que “la población tiene miedo, ya que tiene la percepción de que es un virus mortal, que la mayoría de los niños y ancianos se ven afectados rápidamente y que no hay cura para el virus, por lo que la muerte es inminente”.

Ante esta situación, el gobierno todavía no ha actuado de manera tan contundente como en otros países, si bien ha puesto en marcha el “cierre de escuelas, colegios, reuniones públicas, salas de cine, oficinas, etc., ha comenzado a realizar mensajes de voz de alerta en el teléfono mientras se marca en el móvil a los demás y ha establecido centros de salud temporales para atender las necesidades inmediatas de los pacientes”. Pese a ello, el miedo sigue creciendo, quizás ante la percepción de que, aunque las autoridades competentes “dicen que los hospitales están listos para responder”, sin embargo, no hay seguridad sobre que el país tenga suficientes kits de diagnóstico para la población y el problema, si se el virus se extiende masivamente, es que la “India carece de suficientes instalaciones hospitalarias para el número de personas que pueden estar infectadas. Actualmente los hospitales públicos de la India están superpoblados, carecen de personal y de medicamentos avanzados”.

Desde la delegación de Calcuta, nos hablan también de que, si bien “el público en general está respondiendo bien a la situación, hay un gran pánico”, ya que “la percepción de la población sobre la enfermedad es que es altamente peligrosa y que va a afectar a muchas personas. Cada día que pasa, se observa una mayor ansiedad y miedo entre la gente”. Además, señalan que “en cuanto a la comida, la gente ya ha empezado a almacenar alimentos”, lo que puede llegar a provocar una crisis en este sentido, y también hay preocupación a nivel de la carga económica que pueda suponer el virus, sobre todo para la población más pobre. A nivel sanitario, quizás el mayor problema que ahora ven es que ya “hay escasez de máscaras y desinfectantes en el mercado”. En cuanto a la atención sanitaria, los hospitales han anunciado que han comenzado ya a preparase, pero también entre la población se ha comenzado a observar que “algunas personas tienen miedo de ir a las pruebas debido al estigma de la comunidad o de la sociedad”.

Hoy en Filipinas hay registrados 217 de casos y en la India 195. Mañana los datos puede que nos cuenten otras historias. Pero, por supuesto, Fundación PROCLADE seguirá estando donde nos necesiten y haciendo todo lo que esté en nuestra mano para llevar adelante todos los proyectos que estén en marcha, así como para apoyar a el trabajo que los Misioneros Claretianos llevan a cabo en todo el mundo.