Mocoa es un municipio colombiano, el cual funge como capital del Departamento del Putumayo, en el suroccidente de Colombia, relativamente cerca de la frontera con Ecuador. En la madrugada del 1 de abril, el desbordamiento de tres ríos en la ciudad colombiana de Mocoa arrasaba con todo lo que encontraban a su paso. Dejaron tras de sí, más de 270 personas fallecidas y centenares de desaparecidos y damnificados. Cuatro días después de este desastre, casi el 90% de esta ciudad de 40.000 habitantes siguen sin electricidad y sin acceso al agua potable. Ante esta situación, el Gobierno del país decretó la emergencia económica, social y ecológica.
El paso estaba restringido y la asistencia humanitaria la la proporcionaban los organismos de socorro de Colombia y la Cruz Roja. Sin embargo, tal como nos contaron los Misioneros Claretianos que trabajan en el país “sabemos que esta ayuda no llegará a todos y que es eventual, que pronto la población quedará sola ante la grave situación que atraviesan”. Por ello, conscientes de la necesidad de ayuda, y ante la petición de colaboración de los Misioneros Claretianos de Colombia-Ecuador, desde Fundación PROCLADE abrimos campaña de Emergencia. Con ella, hemos actuado en algunas de las zonas más afectadas en la ciudad de Mocoa con ayuda de primera necesidad.
Así, en los días que siguieron, un equipo de Claretianos, en asociación con la Conferencia de Religiosos del país, se hizo presentes en el lugar para evaluar y organizar la intervención. Sin embargo, tras su experiencia en actuaciones similares como el terremoto de Ecuador avisan: “lo primero que se necesitarán serán carpas para que viva la gente, utensilios de cocina y aseo y, sobre todo, comida”. Tras esta fase de primera necesidad, posteriormente se valoró la posibilidad de abrir las fases de reconstrucción y desarrollo de medios de vida.
