Ecuador, y los afectados por el terremoto del pasado mes de abril, siguen en nuestras cabezas, corazones y manos. Así, tras dos meses y medio, a finales de octubre se reactivaba la ayuda solidaria a los ciudadanos de Chamanga. Una octava visita por parte de ocho voluntarios de la parroquia San Juan XXIII que servía para hacerles llegar alimentos (arroz, azúcar, frijoles, harina, aceite, leche, verduras, frutas, café, sardinas, huevos, carne…) y útiles de aseo (jabón, pasta de dientes, papel higiénico…).
Estos alimentos fueron entregados a familias que, poco a poco, han podido regresar a sus hogares y disponen de una cocina. Así, van recuperando la normalidad y reactivando tanto su vida familiar como su economía. Algo especialmente importante en un momento en que no cuentan con ayudas concretas del Gobierno y las empresas pesqueras han efectuado reducción de personal por la falta de movimiento económico en el interior del país.
Conscientes de la importancia de la educación, en esta visita, los voluntarios acudieron también a la Escuela de Educación General Básica Fiscomisional ‘Mons. Enrique Bartolucci’. Morrales, cuadernos, lapiceros, borradores, colores, gomas…. fueron entregados a los chicos y chicas, que los recibieron con alegría y esperanza. Prueba de ello fueron los carteles que realizaron con frases de agradecimiento para PROCLADE y los Misioneros Claretianos de Colombia Oriental y Ecuador.
Tras una celebración para dar gracias por la vida y la fraternidad, la visita terminó como no podía ser de otra manera: con un Bingo. Actividad que generó un ambiente de integración y recordó la importancia de mantener atados los lazos de la amistad.