DIA CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL: MUCHO POR HACER

Hoy 16 de abril se celebra el Día contra la Esclavitud Infantil. Parece una realidad
desconocida, pero en el mundo hay más de 150 millones de niños y niñas de entre 5 y
17 años que son explotados laboralmente. El continente más afectado, según Unicef,
es África (el 55,8% de los niños/as); los países con más trabajo infantil son Malí
(55,8% de los niños), Benín (52,5%) y Chad (51,5%). Los trabajos más frecuentes
realizados por estos menores son la agricultura, los servicios, la industria y la
explotación minera.
¿Qué hace que la esclavitud y el trabajo forzado sea el día a día de tantos niños/as en
el mundo? La causa, como en tantas ocasiones, es la desigualdad y la pobreza. Las
familias no tienen los suficientes recursos económicos para sobrevivir, por lo que los
menores se ven abocados a trabajar. También hay otros motivos, como el género: no
se considera que las niñas tengan derecho a estudiar y a disfrutar de su infancia, por
lo que son forzadas a trabajar desde muy pequeñas, realizando principalmente labores
domésticas o de cuidado.
Pero la esclavitud infantil no solo se refiere al trabajo como tal; también abarca la trata
de menores (actualmente según datos de Save The Children hay 1,8 menores en todo
el mundo que sufren explotación sexual), el fenómeno de los llamados “niños soldado”
(en países principalmente africanos es habitual que jóvenes menores formen parte de
las fuerzas armadas y participen en guerras) o el matrimonio forzoso (cada año 15
millones de menores, principalmente niñas, son casadas de manera forzada, con
personas adultas).
Todas estas amenazas a la integridad física y mental de millones de menores en todo
el mundo vulneran la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificado por 195
Estados. Derecho a la educación, derecho al juego, a la protección… elementos que
no se cumplen y que no permiten a estos niños y niñas vivir plenamente su infancia.
Desde Fundación PROCLADE, trabajamos cada día por mejorar las condiciones de
vida de los niños y niñas de América Latina, África y Asia, a través de proyectos de
cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria y de programas de apadrinamiento que
permiten que la comunidad en la que viven, y su propia familia, tengan acceso a
recursos básicos y facilitar su empoderamiento y autonomía, con el fin de prevenir
situaciones de explotación infantil, laboral y sexual.

Irene Gil (responsable Acción social) y Mario Pinucci (Técnico de Cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria).