El paso del huracán Melissa ha dejado un rastro de destrucción en el Caribe, afectando gravemente a República Dominicana, Haití y Cuba. El fenómeno meteorológico, que se mantuvo durante más de dos semanas con comportamiento errático y estacionario, provocó lluvias intensas, deslizamientos de tierra y graves pérdidas materiales y humanas. 

Daños en República Dominicana y Haití

En República Dominicana, las comunidades fronterizas y montañosas de Los Bolos, El Maniel y Enriquillo se encuentran entre las más afectadas. Según informes de los proyectos de cooperación presentes en la zona, se reportan pérdidas totales en cultivos de huertos familiares y colectivos, además de la muerte de animales por ahogamiento y deslizamientos.

Los derrumbes de puentes y carreteras han dificultado el acceso a las zonas rurales, retrasando la entrega de materiales y alimentos. Las lluvias constantes también han paralizado actividades formativas y comunitarias vinculadas a proyectos de desarrollo.

En Haití, las comunidades de Sabambon, Mathurin, Nazón y Casale sufren situaciones similares: el traslado de materiales de construcción, como los destinados a letrinas comunitarias, se ha visto interrumpido. El personal técnico de ayuda humanitaria enfrenta serias dificultades para desplazarse por los caminos anegados.

Riesgos sanitarios en aumento

El Ministerio de Salud Pública Dominicano ha confirmado la aparición de casos de cólera vinculados a la contaminación del agua. También alertó sobre el riesgo de expansión de dengue, zika y chikungunya, enfermedades que podrían intensificarse tras las inundaciones. 

Cuba, la más golpeada por Melissa

En Cuba, Melissa tocó tierra en el oriente del país como un huracán categoría 4, dejando una estela de devastación. Datos preliminares del Ministerio de la Construcción (Micons) indican que al menos 16.464 viviendas resultaron afectadas, de las cuales 1.318 colapsaron totalmente.

Además, se contabilizan 5.279 techos destruidos y más de 8.600 con daños parciales. Las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo permanecen sin servicio eléctrico y con una grave escasez de alimentos. La población, en su mayoría adultos mayores, enfrenta una situación de emergencia humanitaria y creciente desesperanza.

DONA AHORA

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