‘Es improbable que a corto plazo se produzcan mejoras’, ha reconocido. ‘Se prevé que la próxima cosecha en las zonas más afectadas sea mala y no hay signos de que el conflicto somalí vaya a terminar. Al mismo tiempo, los altos precios de los alimentos aumentan cada día la presión sobre todos, y especialmente sobre los más pobres. Como suele ocurrir, los niños, en particular los somalíes, sufren en silencio y pagan el precio más alto’, ha explicado.
Problemas en Somalia y Etiopía
Como consecuencia de la sequía y la guerra en Somalia, una gran cantidad de refugiados han salido de este país y han entrado en Kenia y Etiopía en los últimos meses. Más de 10.000 somalíes llegan cada semana a los campos de refugiados de Dabaab (en el este de Kenia) después de haber caminado durante varios días por tierras secas. Su estado de salud es precario y la tasa de malnutrición entre los niños es ‘alarmantemente alta’, según UNICEF.
Además, la organización ha indicado que las condiciones de vida en los campos de refugiados son ‘preocupantes’, ya que hay 360.000 personas en unas instalaciones que pueden acoger como máximo a 90.000. Mientras, en Etiopía, más de 80.000 somalíes han buscado refugio en la zona occidental del país y casi la mitad de ellos llegaron hace poco.
Noticia elaborada a partir de Europa Press