El cambio climático es el principal problema ambiental al que se enfrenta actualmente el planeta. Si aumentara la temperatura tres grados, siete millones de personas podrían verse afectadas por las inundaciones en Asia y 100 millones de latinoamericanos tendrían problemas para acceder al agua potable, como consecuencia de la desaparición de los glaciares tropicales.
Para impedir estas dramáticas consecuencias, la sociedad confía en la Cumbre de Copenhague, que se celebra desde el pasado 7 de diciembre hasta el próximo 18 en la ciudad danesa. Según los organizadores, el objetivo de esta conferencia , en la que participan expertos en medio ambiente, organizaciones no gubernamentales y ministros y jefes de estado de 192 países, es “la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo, que se aplique a partir de 2012”. De esta forma, entraría en vigor cuando finalice el Protocolo de Kioto.
El acuerdo principal que se busca en esta cumbre es la reducción del 40% de emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los países industrializados para el 2020. Y para asegurar que se alcance esta situación, se debe establecer un objetivo intermedio, por lo que se espera que para 2017 se reduzcan las emisiones un 23%.
Pero no sólo se trata de emisiones. También es necesario que los países enriquecidos aporten los fondos necesarios para que los países empobrecidos puedan luchar contra los efectos del cambo climático y detener la desforestación.
¿Cómo va la cumbre?
Pese a todo, el acuerdo en esta cumbre podría resultar difícil. Los representantes de los países en desarrollo ya han mostrado su disconformidad con el borrador del Acuerdo de Copenhague, y reclaman encontrar un punto intermedio entre la voluntad de los países industrializados y los empobrecidos. “Los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica por haber dañado la atmósfera durante los últimos 200 años”, señala el portavoz de los países en desarrollo en Dinamarca, el sudanés Lumumba Stanislaus Kaw Di Aping.
Para que estos acuerdos se hagan efectivos, es importante que todos nos hagamos oír. Por ello, Ecologistas en Acción nos propone mandar un mensaje a los Jefes de Estado de los países industrializados presentes en Copenhague, pidiéndoles soluciones reales y justas para todos los ciudadanos y para el planeta.
En la misma línea, Greenpeace pide a los líderes mundiales que consigan en Dinamarca un acuerdo histórico contra el cambio climático. Y para demostrar su efecto, esta ONG ecologista ha elaborado carteles en el metro de la ciudad nórdica en el que los lideres mundiales se disculpan por su fracaso a la hora de detener el cambio climático y cambiar el futuro. Los rostros de José Luis Rodríguez Zapatero, Barack Obama, Nicolas Sarkosy y otros jefes de Estado aparecen ‘envejecidos’ tal y como se verían en 2020.
El cambio climático es el principal problema ambiental al que se enfrenta actualmente el planeta. Si aumentara la temperatura tres grados, siete millones de personas podrían verse afectadas por las inundaciones en Asia y 100 millones de latinoamericanos tendrían problemas para acceder al agua potable, como consecuencia de la desaparición de los glaciares tropicales.
En la misma línea, Greenpeace pide a los líderes mundiales que consigan en Dinamarca un acuerdo histórico contra el cambio climático. Y para demostrar su efecto, esta ONG ecologista ha elaborado carteles en el metro de la ciudad nórdica en el que los lideres mundiales se disculpan por su fracaso a la hora de detener el cambio climático y cambiar el futuro. Los rostros de José Luis Rodríguez Zapatero, Barack Obama, Nicolas Sarkosy y otros jefes de Estado aparecen ‘envejecidos’ tal y como se verían en 2020.
