Ya en junio se publicaba la Encíclica Laudato Si (Alabado seas) del Papa Francisco, de la que ya hablamos en esta misma web. En ella, el Pontífice recalca que uno de los principales desafíos de la Humanidad es unirse en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, evitando lo que denomina ‘cultura del descarte’ que nos ha conducido a un nivel de consumo sin precedentes, con la consecuente destrucción ambiental. En este sentido, muestra además gran preocupación por el mundo que dejaremos a las próximas generaciones. Algo que también recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados en septiembre y cuyo objetivo 12 se refiere expresamente a ello.
“Sabemos que las cosas pueden cambiar”
En Laudato Si el Papa Francisco asegura que es posible cambiar la situación actual y en nuestras organizaciones estamos convencidos de ello. Creemos que con nuestra forma de consumir es posible provocar una transformación social que permita un mundo sostenible y, a la vez, justo y solidario con los pueblos empobrecidos, que son los que más padecen sus efectos. Un cambio climático del que somos responsables, sobre todo, los países donantes a través de los gases contaminantes que generamos derivados de las exigencias de nuestro consumismo.
Enfermedades, deforestación, sequías, hambrunas, desastres naturales… todo ello son efectos devastadores del cambio climático que está provocando en los países empobrecidos desplazamientos forzados de personas, acaparamiento de tierras, imposibilidad de disponer de recursos naturales propios y en general, vulneración de Derechos Humanos.
Urgencia de medidas
La urgencia por tomar medidas para reducir los efectos del cambio climático ha estado presente desde hace décadas, hasta ahora con pocos resultados. Pero a partir del lunes 30 de noviembre tenemos una nueva oportunidad para intentar mejorar la situación. Un total de 195 países de todo el mundo se reúnen hasta el 11 de diciembre en París en la Cumbre del Clima (COP21) para cerrar un acuerdo global que frene el cambio climático. Una cita de vital importancia ya que se pretende alcanzar un acuerdo climático internacional que sustituya al Protocolo de Kioto y con el que se logre que el calentamiento global futuro se limite a menos de dos grados con respecto al nivel preindustrial. Los expertos estiman que los gases de efecto invernadero deben reducirse entre el 40 y el 70% en 2050 para llegar a las ‘cero emisiones’ a finales de este siglo.
El mundo espera que la Cumbre de París se cierre con un acuerdo vinculante y universal que permita frenar el cambio climático y mitigar así sus devastadores efectos. Asimismo, se recalca la necesidad de tomar medidas concretas que lleven a una profunda transformación del actual modelo económico, poniendo a las personas y a nuestra Madre Tierra en el centro.
¿Qué hacemos?
Como organizaciones de desarrollo, realizamos proyectos destinados a mejorar las condiciones de vida de las personas en países empobrecidos. Pero también somos conscientes del importante papel que jugamos desde aquí. Por eso llevamos a cabo acciones de movilización e incidencia así como campañas de Educación para el Desarrollo, con el objetivo de formar y sensibilizar a la ciudadanía sobre la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo y actuar desde nuestros respectivos entornos.
El Departamento de Estudios e Incidencia Social de SED, PROYDE y PROCLADE, con nuestra campaña #ConsumoJusto, trabaja en esta línea, realizando acciones de movilización e incidencia que tengan como objetivo garantizar la sostenibilidad del planeta y de la dignidad de las personas. Analizamos además las alternativas que van surgiendo al consumismo y trabajamos con especial empeño entre nuestras bases sociales para conseguir una transformación personal que conduzca a un cambio colectivo en cuanto a patrones de consumo, tal como lo exige la nueva Agenda de Desarrollo.
A través de la campaña de Educación para el Desarrollo ‘Dales un respiro’ (curso 2015-16) trabajamos también para sensibilizar a las niñas y niños de nuestros casi 200 centros escolares sobre la huella ecológica y las consecuencias de nuestros ritmos de consumo para el medio ambiente y las personas, dentro de un ciclo de cuatro años en los que se abordará la problemática de los impactos del consumismo desde diferentes puntos de vista: la alimentación, los recursos naturales…
Además, nos hemos comprometido a reducir la huella ecológica de nuestras propias organizaciones uniéndonos a la iniciativa ‘Un millón de compromisos por el clima’ (AQUI puedes ver nuestros compromisos).
Marcha Mundial por el Clima
Solo podremos lograr que se asuman pasos decisivos en favor de la sostenibilidad del planeta si nos unimos a organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo. Así, en numerosas ciudades se están celebrando actos y marchas en los que se pedirá a los Estados participantes en la COP21 que firmen un pacto que asegure esta sostenibilidad. En España, se prevé que el evento que agrupe a más personas sea la Marcha por el Clima que se celebrará en Madrid el domingo 29 de noviembre a las 12 de Cibeles a Sol. Si no estás en la capital, hay muchas marchas más organizadas en diferentes localidades de toda nuestra geografía. Desde la web de la Alianza por el Clima nos facilitan la información de todas las convocatorias.
Llamamiento de la Iglesia Católica Universal
Por último, nos unimos especialmente al llamamiento de la Iglesia Católica mundial consensuado por todas las agrupaciones continentales de las Conferencias Episcopales nacionales. Este llamamiento (puedes leerlo AQUÍ) está dirigido a aquellos que negociarán la COP21 en París y en él se les insta a que trabajen para la aprobación de un acuerdo sobre el clima que sea justo, legalmente vinculante y motor de un verdadero cambio.