La comunidad claretiana decidió crear un espacio de contención, prevención y acompañamiento, dónde brindar tratamiento psicológico, asesoramiento social y desarrollar talleres de guitarra, percusión, teatro, danza, fotografía y edición de vídeo. También, se organizan almuerzos compartidos, para evitar que los jóvenes salgan a la calle en los tiempos de descanso y así prevenir que se junten en plazas o esquinas a consumir.
Santiago Martín y Matías Altamirano son dos de los nueve talleristas que han acompañado en el proceso de construcción del proyecto. De hecho, están desde el comienzo de este sueño. Durante este año realizaron junto a otros dos talleristas el Curso de Adicciones y vulnerabilidad durante un día a la semana, a lo largo de once semanas, organizado por la UCA, SEDRONAR, Salesianos de Don Bosco y la Pastoral diocesana.
A continuación, nos comparten su experiencia formativa:
“Como encargados y acompañantes del taller de guitarra, pudimos, mediante el curso de prevención en adicciones, recibir formación y herramientas necesarias y fundamentales a la hora de poder acompañar al grupo, así como para poder estar más atentos y tener otra percepción frente a los jóvenes que pueden estar atravesando adicciones o diferentes circunstancias que desencadenen en ellas, permitiéndonos así, tener una visión global que unifique los aspectos físicos, psíquicos, clínicos y sociales que predisponen a los potenciales consumidores a caer en situaciones de riesgo difíciles de revertir.”