Hoy Fundación PROCLADE se une al Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina como denuncia a esta práctica dañina que vulnera los derechos humanos de niñas y mujeres.
Esta práctica concentrada mayoritariamente en África, Oriente Medio y Asia meridional, así como en algunos países asiáticos y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica lesiona los órganos genitales de niñas y mujeres sin que existan razones médicas que lo justifiquen.
En los países donde la mutilación genital femenina se lleva a cabo, la violencia contra las niñas y las mujeres es socialmente aceptable. Mientras que en algunos de esos territorios la mutilación genital se considera un acto de transición a la madurez, en otros, se concibe como una forma de control de la sexualidad. De cualquiera de las formas, esta práctica constituye una norma social extremadamente anclada en la desigualdad de género.
Desde Fundación PROCLADE se llevan a cabo proyectos que potencian esta igualdad. Uno de ellos es el ejecutado en Makoko (Tanzania), donde numerosas de las prácticas realizadas en este territorio se materializan en situaciones violentas contra las mujeres. Allí, la mutilación genital femenina constituye uno de los mayores problemas que afectan a la mujer, ya que aparte del dolor infringido y del daño permanente, al utilizar un mismo instrumento sin esterilizar en varias niñas se produce un incremento en la transmisión de enfermedades sexuales.
Este proyecto abordado por Fundación PROCLADE ha llevado a cabo la construcción y el equipamiento de un internado para niñas de infantil y primaria en Makoko, que teniendo como iniciativa la mejora de la calidad educativa en áreas rurales facilitando alojamiento a niñas provenientes de familias económicamente vulnerables, su objetivo primordial es el de potenciar a niñas y mujeres, a través de la educación, el acceso a oportunidades creadas por ellas mismas, a que opinen sin temor y a la erradicación de matrimonios impuestos, de maltrato en el mismo y de la mutilación genital.
No debemos olvidar que la educación es el instrumento más potente que tenemos para poder lograr la igualdad, el desarrollo y la paz. Como dijo Nelson Mandela, “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
