El proyecto ha abarcado la ampliación de un ala con capacidad para 8 aulas y un salón de la Escuela de La Milagrosa, de Tela. Esta nueva zona ha sido construida, especialmente, para atender las necesidades de los niveles de secundaria de la ciudad y de la zona rural. “A finales de la década de los sesenta, comenzamos a dar respuesta a una gran población escolar que pertenecía a los sectores más desfavorecidos de nuestro municipio y por lo tanto no podía acceder a la educación, abriendo lo que hoy es la escuela de La Milagrosa, en unos barracones que habían sido viviendas de los empleados de la compañía Tela Rail Road. Tras el huracán Fifí que nos azota en 1.974 la compañía abandona esta zona y cede los barracones a la Iglesia Católica.

En Honduras, entre la población de las zonas rurales y los barrios marginales hay un alto porcentaje de analfabetismo y/o personas que no han finalizado los estudios primarios. La calidad de enseñanza es baja ya que los/as maestros/as no están bien pagados/as y reivindican un sueldo digno mediante frecuentes huelgas lo que repercute negativamente en los/as alumnos/as; las escuelas en muchas ocasiones no reúnen las condiciones adecuadas ni poseen el material necesario.

El equipo misionero de Tela pretende dar respuesta a la petición de familias que desean ofrecer una educación para el futuro de sus hijos/as y que por su condición económica no pueden enviarles a estudiar fuera de la ciudad ni pagar las matrículas que se piden en otros institutos, para poder acceder a la educación secundaria; en 1.984 se abre el instituto La Milagrosa.

En este momento seguíamos ocupando los viejos barracones de madera que nos cedió la compañía Tela Rail Road, se tratana de construcciones de madera muy deterioradas que se han ido acondicionando desde hace veinte años, pero que necesitaban unas obras de acondicionamiento.

Entre los años 1.989 – 1.990 Manos Unidas financió la construcción y el equipamiento de la zona de “Escuela”

En estos últimos años hay un factor añadido que ha surgido de manera más acuciante en los últimos cinco años en nuestra ciudad, y que se agrava tras el paso del Mitch, que está aumentando el desempleo y la marginación y es la presencia de maras o pandillas juveniles, que provienen especialmente de familias con muy malas condiciones económicas y que no han tenido la oportunidad de recibir una educación, ni tan siquiera primaria y que son presa fácil de la delincuencia y del mercado de la droga, que atentan contra la seguridad ciudadana y convierten la ciudad en un puente entre los narcotraficantes; queremos resaltar también las situaciones de alcoholismo, prostitución y explotación laboral que sufren los niños/as y jóvenes más desfavorecidos/as de nuestra ciudad. Este panorama nos impulsó a responder lo antes posible a la demanda de educación de nuestras gentes” (Equipo de Tela)