1.200 MILLONES DE PERSONAS PASAN HAMBRE

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Este año, el hambre en el mundo alcanzará un récord histórico. Y es que según los últimos datos publicados por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un total de 1.020 millones de personas pasarán hambre a diario. De esta forma, el número de personas subnutridas será un 11% mayor que en 2008. Desde ‘Derecho a la alimentación’ aseguran que la combinación de la crisis alimentaria y la crisis económica ha situado a millones de familias en la disyuntiva de “protestar, migrar o morir”.

“(Esta situación) ha empujado a 100 millones de personas más al hambre y a la pobreza”, asegura el Director General de la FAO, Jacques Diouf. “Esta crisis silenciosa del hambre supone un serio riesgo para la paz y la seguridad mundial. Necesitamos con urgencia un consenso para la erradicación rápida y completa del hambre en el mundo”, añade.

Este incremento afecta a todas las regiones del planeta aunque, sin duda, es en los países en vías de desarrollo donde sigue viviendo casi toda la población desnutrida del planeta. Así, en América Latina y el Caribe, que estaban en la senda de alcanzar los Objetivos del Milenio en materia de reducción del hambre, se ha sufrido un serio retroceso con un aumento de casi el 13% y un total de 53 millones de personas que pasan hambre. Mientras, en Asia y el Pacífico se calcula que unos 642 millones de personas sufren hambre crónica, 265 millones en África subsahariana y 42 millones en África del norte y Oriente medio.

Impulsar la productividad agrícola

Según Diouf, los países empobrecidos “necesitan las herramientas de desarrollo, económicas y políticas necesarias para impulsar su producción agrícola y su productividad”, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los que sufren pobreza y hambre en el mundo son pequeños campesinos en desarrollo. Ante esta situación, el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Kanayo F. Nwanze, defiende que “los gobiernos, con el apoyo de la comunidad internacional, necesitan proteger las inversiones clave en la agricultura, de forma que los pequeños campesinos tengan acceso a tecnologías adaptadas, infraestructuras, financiación rural y mercados”.

Por su parte, en los países desarrollados, 15 millones de personas pasarán hambre este año. Además, esta crisis económica de los países del Norte se traduce en una caída de las remesas que sostienen las economías de millones de familias en los países de origen de los migrantes. Finalmente, este descenso de las remesas provoca una reducción del poder adquisitivo, que se traduce en una modificación de las pautas de gastos y una pérdida de calidad de la alimentación.