Camerún es un país aquejado por una rampante pobreza y por crecientes tasas de mortalidad de menores de cinco años. Alrededor del 51% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza. Por otra parte, la pobreza ha ido adquiriendo un rostro femenino, afectando a las mujeres en particular. Alrededor del 56% de la población es menor de 20 años. Además, los intereses de la deuda externa consumen una parte significativa de los recursos del gobierno. Como resultado, afectan la prestación de servicios básicos tales como la salud y la educación.

Los recortes en los presupuestos de salud han provocado una caída de la calidad de los servicios médicos y el consecuente deterioro de la salud pública en Camerún. Más de 860.000 personas, el 11,8% de la población adulta, viven con el VIH/SIDA, disponen de un medico por cada 1000 habitantes y la esperanza de vida al nacer no supera los 47 años para los hombres y 49 para las mujeres.

Para los habitantes del barrio periférico de Mvog Betsi en la capital, Yaoundé, habitado por obreros, trabajadores del campo y vendedores del mercado el acceso al sistema sanitario es inalcanzable. El número de personas beneficiarias directas de la construcción del centro de salud se estima en 50.000 personas.

Con este proyecto se prevé la construcción de un centro de salud con la categoría de ’integrado’, para contar con equipamiento de hospitalización y cirugía, a diferencia de un centro de salud ’no integrado’, que solo podría ofrecer asistencia ambulatoria. El principal objetivo es el ofrecer una salud básica a la población destinataria generalizada, que sea capaz de mejorar las condiciones de vida de la comunidad en general.

El centro, una vez puesto en marcha en su fase I (ambulatorio) contara con un servicio de consulta, laboratorio, ecografía, radiografía y farmacia. En la fase II del proyecto se creara un área de hospitalización con servicio de maternidad, quirófano y salas de hospitalización. Aunque el centro nace con vocación de acceso universal prestara especial atención a la salud reproductiva y educación materna destinada a las madres y niños. Por ello hará especial incidencia en el ámbito de la mujer, por varias cuestiones:

• La especial atención a la salud reproductiva de la mujer, con la creación de un servicio de prevención que permitirá el seguimiento de los embarazos con medios técnicos adecuados, y la mejora de las condiciones de los partos, que en la actualidad siguen siendo la fuente de numerosos casos de mortalidad infantil.
• El seguimiento de la educación infantil, con formación de niños y madres, orientada a cuestiones como la alimentación, higiene, etc., que indudablemente repercutirán en la mejora de las condiciones sociales de la mujer en el ámbito de actuación del proyecto.

La Congregación de Santo Domingo, contraparte local del proyecto, cuenta con una amplia experiencia en proyectos de este tipo. Durante 24 años han trabajado en la República Democrática del Congo. En Camerún trabajan en proyectos educativos, sociales y sanitarios desde hace cuatro años, tiempo que llevan establecidas en el país. Colabora en el proyecto toda la familia dominicana de Camerún (6 congregaciones dominicas diferentes), aportando el personal necesario. De todo este personal, una parte serían religiosas pertenecientes a las diferentes congregaciones y la otra parte sería personal local. Las Dominicas de Granada cuenta con dos religiosas que trabajarían en este proyecto: un médico y una enfermera especialista en anestesia.